miércoles, 4 de septiembre de 2019

83 AÑOS EN UNA FOSA COMÚN


Única foto de mi abuelo, poco antes de su
asesinato por los fascistas de Almonte


¡En este último año hemos avanzado poco, abuelo! Ha cambiado el gobierno andaluz y parece que el discurso de la “antimemoria” se ha apoderado de la administración y de muchos políticos. El discurso público ha perdido su impacto, las asociaciones de memoria luchan cada día por estar presentes e influir en el relato que parece que se ha enmudecido. 

Gran parte de su electorado, como si de una corriente se tratara, ha comprado el discurso de la exclusión: de la migración como problema; del género como un arma que inquieta a muchos; de la violencia de género, que la llaman intrafamiliar para quitarle la fuerza del mensaje; señalar al otro como un elemento extraño; de la memoria como una amenaza para ellos; etc. En pocos meses, se ha crispado todo, los discursos xenófobos y excluyentes, se apoderan de las conversaciones en los bares, las tertulias y de los ratos con los amigos. Nos estamos haciendo más intransigentes, menos humanos, más individualistas.   

La ultraderecha está en alza e influye en muchos gobiernos y en muchos países. Estamos volviendo a tener un gran problema de convivencia. No me digas como algunos: ¡el mismo clima que se vivió antes de la Guerra Mundial! Nosotros vamos a seguir luchando por la apertura de las fosas, de tú fosa, donde ya lleváis 83 años con gran dolor de tú familia. Tus hijos murieron llorando y suspirando tú ausencia que está siendo demasiado larga, lo sé. Hemos crecido sin la figura paterna, con un padre ausente, que como a Telémaco, nos ha desorientado, nos ha aturdido y hemos crecido mermados y desprovistos del calor y la seguridad. Te necesitábamos. 

Tu asesinato, ¡cuando éramos tan jóvenes!, ha truncado nuestras vidas, que nos ha configurado como personas distintas, que, sin tu imagen y tu referencia, tuvimos que crecer a nuestro pesar. Buscarse la vida y sufrir con ella. ¡Ni una foto tuya en la choza! ¡Nada que nos recordara tu aspecto! Tus ojos y tu mirada se han ido desfigurando con el tiempo. Aunque recuerdo las tardes en los serones de esparto y los paseos por la “Boca del lobo”. ¡Esa imagen está estampada en mis recuerdos! Espero en la puerta de la choza tu llegada ¡Muchos me preguntan y no sé qué responderles!

Pasó muchos años, nadie reclamó nada, pero ya hemos compuesto con dificultad tu biografía, ahora te queremos recomponer, reconstruir tus huesos, tu vida, tus sentimientos y tus ideas. Necesitamos saber que estás ahí, que formas parte de un pasado trágico que recuperamos y que, por fin, puedes descansar cerca de los tuyos con la dignidad que mereces. Ha pasado mucho, lo sé. Pero en estos largos años, eternos para nosotros, tienes que tener la esperanza del reencuentro. ¡Lo haremos!

Temen a las fosas, temen su relato, temen que el genocidio cometido se evidencie, pero somos muchos los que continuamos. Esto es una meta y una carrera de largo recorrido. El tiempo nos inquieta cuando lo cuentas, pero para la memoria que fluye entre nosotros y nos recuerda los asesinatos es un instante. 

Cementerio de Hinojos. Lugar de la fosa común
¿Qué esperar de un gobierno que no tiene sensibilidad con sus muertos? La descomposición es infinita y la rentabilidad política, si existe, la encuentran en otros lugares que no recomponen el pasado. Viven del despojo y la desmemoria. Incitan a las gentes a escuchar un mensaje excluyente. No son sus muertos. Es Nuestra Memoria por la que tenemos el Deber de asistir y luchar. El “Deber de la Memoria” como un derecho de los familiares. 

Ayer el Presidente de Gobierno de España se reunió con las asociaciones memorialistas para recabar información y comprometerse, aunque un poco tarde, es el primero que lo hace. Esperaremos resultados y estaremos pendiente: dicen que van a enseñar Memoria Histórica en los colegios y en las universidades. ¿Qué te parece después de tantos años? 
Algo avanzamos, reconstruir nuestro relato e influir, desde las fuerzas que nos dan los muertos, en una sociedad que ya no considera un discurso apocalíptico hablar de nuestros muertos. No son los suyos, lo sé. Los suyos están identificados y enterrados en cementerios y en iglesias. No sé cómo explicarte esto. 

Siempre que paso cerca de Hinojos, donde estás enterrado, recuerdo a mi madre llorar cuando se venía conmigo a Sevilla. ¡Ah! Se me olvidaba, vivo en Sevilla. Tu hija murió. Quiero sacarte de la fosa y regresarte, como decía Miguel Hernández, para que te reencuentres con los tuyos. Aunque reconozco, que estoy encontrando resistencias innecesarias e inapropiadas, algunas cercanas a nosotros. ¡Hemos cambiado mucho! ¡Los que llenan nuestras filas ya no sienten como tú! ¡es una pena! ¡Abuelo Isidro!

Cuatro de septiembre de 2019.
¡Me sigue doliendo tu fosa, abuelo ¡

Rafael López 
Elnietodeisidro

¿Buscando los huesos de mi abuelo, después de 87 años en una fosa común?

  Mi abuelo Isidro nació en Sena de Luna (León) y fue asesinado en Hinojos (tapias del cementerio) el 4 de septiembre del 1936 en aplicación...