lunes, 2 de diciembre de 2019

LOCALIZACIÓN DE DESAPARECIDOS EN LA FOSA COMÚN DE LA GUERRA CIVIL Y EL FRANQUISMO EN EL MUNICIPIO DE HINOJOS (HUELVA)


         Hoy quiero compartir con todos los que siguen este blog y están interesado en la Memoria Histórica, un trabajo muy completo de Miguel Angel Harriero, que está dando gran parte de su tiempo y su pasión por esta causa. Estamos muy agradecido por su trabajo, por ser tan buena persona y por dar todo lo que tiene sin pedir nada a cambio. Es un buen tío, que ha trabajado mucho y está trabajando en los temas de Memoria. Mi gratitud. 



Momentos antes de presentar el proyecto de exhumación

LOCALIZACIÓN DE DESAPARECIDOS DE LA GUERRA CIVIL Y EL FRANQUISMO EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE HINOJOS (HUELVA) HINOJOS


Diálogos previos: Fernando y Rafael. Expectación

El objetivo último de este proyecto de investigación es servir de fuente documental para facilitar la exhumación de los restos de los asesinados que pudieran encontrarse en el término municipal de Hinojos y para dignificar la memoria de los represaliados. 

MIGUEL ÁNGEL HARRIERO CAPILLA 

19 de junio de 201

Enlace para poder ver todo el informe:


http://www.hinojos.es/export/sites/hinojos/es/.galleries/noticias/noticias2019/noticias_pdf2019/HINOJOS-1936-.pdf

miércoles, 4 de septiembre de 2019

83 AÑOS EN UNA FOSA COMÚN


Única foto de mi abuelo, poco antes de su
asesinato por los fascistas de Almonte


¡En este último año hemos avanzado poco, abuelo! Ha cambiado el gobierno andaluz y parece que el discurso de la “antimemoria” se ha apoderado de la administración y de muchos políticos. El discurso público ha perdido su impacto, las asociaciones de memoria luchan cada día por estar presentes e influir en el relato que parece que se ha enmudecido. 

Gran parte de su electorado, como si de una corriente se tratara, ha comprado el discurso de la exclusión: de la migración como problema; del género como un arma que inquieta a muchos; de la violencia de género, que la llaman intrafamiliar para quitarle la fuerza del mensaje; señalar al otro como un elemento extraño; de la memoria como una amenaza para ellos; etc. En pocos meses, se ha crispado todo, los discursos xenófobos y excluyentes, se apoderan de las conversaciones en los bares, las tertulias y de los ratos con los amigos. Nos estamos haciendo más intransigentes, menos humanos, más individualistas.   

La ultraderecha está en alza e influye en muchos gobiernos y en muchos países. Estamos volviendo a tener un gran problema de convivencia. No me digas como algunos: ¡el mismo clima que se vivió antes de la Guerra Mundial! Nosotros vamos a seguir luchando por la apertura de las fosas, de tú fosa, donde ya lleváis 83 años con gran dolor de tú familia. Tus hijos murieron llorando y suspirando tú ausencia que está siendo demasiado larga, lo sé. Hemos crecido sin la figura paterna, con un padre ausente, que como a Telémaco, nos ha desorientado, nos ha aturdido y hemos crecido mermados y desprovistos del calor y la seguridad. Te necesitábamos. 

Tu asesinato, ¡cuando éramos tan jóvenes!, ha truncado nuestras vidas, que nos ha configurado como personas distintas, que, sin tu imagen y tu referencia, tuvimos que crecer a nuestro pesar. Buscarse la vida y sufrir con ella. ¡Ni una foto tuya en la choza! ¡Nada que nos recordara tu aspecto! Tus ojos y tu mirada se han ido desfigurando con el tiempo. Aunque recuerdo las tardes en los serones de esparto y los paseos por la “Boca del lobo”. ¡Esa imagen está estampada en mis recuerdos! Espero en la puerta de la choza tu llegada ¡Muchos me preguntan y no sé qué responderles!

Pasó muchos años, nadie reclamó nada, pero ya hemos compuesto con dificultad tu biografía, ahora te queremos recomponer, reconstruir tus huesos, tu vida, tus sentimientos y tus ideas. Necesitamos saber que estás ahí, que formas parte de un pasado trágico que recuperamos y que, por fin, puedes descansar cerca de los tuyos con la dignidad que mereces. Ha pasado mucho, lo sé. Pero en estos largos años, eternos para nosotros, tienes que tener la esperanza del reencuentro. ¡Lo haremos!

Temen a las fosas, temen su relato, temen que el genocidio cometido se evidencie, pero somos muchos los que continuamos. Esto es una meta y una carrera de largo recorrido. El tiempo nos inquieta cuando lo cuentas, pero para la memoria que fluye entre nosotros y nos recuerda los asesinatos es un instante. 

Cementerio de Hinojos. Lugar de la fosa común
¿Qué esperar de un gobierno que no tiene sensibilidad con sus muertos? La descomposición es infinita y la rentabilidad política, si existe, la encuentran en otros lugares que no recomponen el pasado. Viven del despojo y la desmemoria. Incitan a las gentes a escuchar un mensaje excluyente. No son sus muertos. Es Nuestra Memoria por la que tenemos el Deber de asistir y luchar. El “Deber de la Memoria” como un derecho de los familiares. 

Ayer el Presidente de Gobierno de España se reunió con las asociaciones memorialistas para recabar información y comprometerse, aunque un poco tarde, es el primero que lo hace. Esperaremos resultados y estaremos pendiente: dicen que van a enseñar Memoria Histórica en los colegios y en las universidades. ¿Qué te parece después de tantos años? 
Algo avanzamos, reconstruir nuestro relato e influir, desde las fuerzas que nos dan los muertos, en una sociedad que ya no considera un discurso apocalíptico hablar de nuestros muertos. No son los suyos, lo sé. Los suyos están identificados y enterrados en cementerios y en iglesias. No sé cómo explicarte esto. 

Siempre que paso cerca de Hinojos, donde estás enterrado, recuerdo a mi madre llorar cuando se venía conmigo a Sevilla. ¡Ah! Se me olvidaba, vivo en Sevilla. Tu hija murió. Quiero sacarte de la fosa y regresarte, como decía Miguel Hernández, para que te reencuentres con los tuyos. Aunque reconozco, que estoy encontrando resistencias innecesarias e inapropiadas, algunas cercanas a nosotros. ¡Hemos cambiado mucho! ¡Los que llenan nuestras filas ya no sienten como tú! ¡es una pena! ¡Abuelo Isidro!

Cuatro de septiembre de 2019.
¡Me sigue doliendo tu fosa, abuelo ¡

Rafael López 
Elnietodeisidro

lunes, 8 de abril de 2019

Respuesta a la editorial del Huelva Información y Diario de Sevilla




Soy nieto de Isidro Fernández Cordero, fusilado el 4 de septiembre de 1936 en las tapias del cementerio de Hinojos, con catorce personas más, todos permanecen en una fosa común en el mismo cementerio.  No suelo escribir a los medios de comunicación, ya conocemos el tratamiento que dan algunos medios a los temas de memoria Histórica; pero cuando he leído su Editorial de hoy: “A vueltas con la memoria Histórica en Andalucía”, no he podido frenar el impulso de ponerme en contacto con vosotros, para que conozcáis mejor los Objetivos que las familias y las víctimas tenemos sobre fosas comunes y desaparecidos sin ningún tipo de dignificación, después de todo el tiempo transcurrido.


La parcialidad, que, según su Editorial, vivimos los nietos, es un intento sutil -aunque después hablan de acuerdos políticos- de desprestigiar el origen de la Memoria Histórica y sus objetivos y avances. Hemos sido los nietos y nietas los que venimos reivindicando Verdad, Justicia y Reparación sobre esa parte de la Historia de España bastante manipulada y olvidada. Creo que saben que las guerras civiles son difíciles de olvidar y superar: “la nuestra aún sangra”, y más, si tenemos en cuenta que la Transición no se ocupó de los miles de desaparecidos por la Guerra y el franquismo que permanecían desaparecidos en fosas comunes o en cunetas. 


No podemos pasar por encima de la dignidad de las víctimas y sus familias. Pedimos que se cumplan las leyes de Memoria, que se exhumen las fosas y se dignifiquen los enterramientos, además, de la búsqueda de la Verdad sin manipulaciones. A los medios, solicitamos un tratamiento de la Memoria sin ideologizar o manipular la información, más neutralidad.

No queremos “dar una versión partidaria de la Guerra Civil”, como dicen ustedes en la Editorial, pero si exigimos, que la Historia que se cuente y enseñe sea la Verdad de nuestra Historia reciente sin manipulaciones y sin inventos. No sé si la futura “ley de Concordia” llegará a buen puerto, pero en el artículo 2 y como fundamento de la ley de Memoria Andaluza, ya se recoge “los valores democráticos de concordia…” ¿Qué pretenden? Este tema es un problema de Estado, en el que no debemos posicionarnos de forma equidistante: hay mucho sufrimiento en las familias y mucho dolor en el olvido y en el desprecio de algunos.


Además, hoy en su periódico, el diputado de Vox, D. Rodrigo Alonso dice: “Son leyes que favorecen a unos individuos por encima de otros. Sólo se busca a los de un bando”.  Este señor, me temo, que no se ha leído la Ley de Memoria Andaluza, ni conoce la Orden de 1 de mayo de 1940 sobre exhumaciones e inhumaciones de cadáveres asesinados por los rojos, donde el gobierno de Franco dispuso todas las medidas necesarias para que las víctimas de las hordas marxistas pudieran ser exhumados e inhumados en cementerios y dignificados: prácticamente todas estas víctimas fueron dignificadas y sus familias reparadas por el régimen. 

Para qué queremos más leyes de Concordia, si ya tenemos la Ley de Memoria Andaluza que salió del Parlamento sin ningún voto en contra. Hay que trabajar por la Memoria, exhumar las fosas comunes, dignificar los enterramientos y sobre todo construir un Relato de la Memoria desde la Victima, sin que nadie se ofenda, así conseguiremos reforzar la democracia y al país.
Rafael López Fernández. 

viernes, 29 de marzo de 2019

¿BUSCADORES DE HUESOS?




Dignificación de la fosa de Cazalla de la Sierra: 109 cuerpos exhumados

Mi abuelo Isidro Fernández sigue en una fosa común, como tantas personas en Andalucía, en Hinojos (Huelva), consta como desaparecido y no está inscrita su muerte en ningún registro civil, ¿hay mayor desprecio a su Memoria? Mi abuela y sus cinco hijas (cuatro hijas y un hijo) han muerto con la pena de no recuperar sus restos. De hecho, mi tía María (tenía doce años) y mi madre (9 años) no visitaron su fosa en el cementerio de Hinojos hasta que no tenían más de 75 años cada una. Fue una tarde intensa de primavera hace ya unos años. Mi familia espera aún que el Estado responda a la inquietud eterna de tantas familias que tienen a sus seres queridos en una fosa común o en alguna cuneta.  

 ¿Buscahuesos? Hay una expresión más agresiva, pendenciera, provocadora y de mayor desprecio a las familias que buscamos a nuestros seres queridos. Esto denota un desconocimiento total de la Historia de España, un analfabetismo militante y una falta de rigor y sensibilidad solo entendible en la derecha española, que nunca ha reconocido el Genocidio sufrido en España como consecuencia de la Guerra Civil y el franquismo.

Los nietos y nietas, tenemos que seguir defendiendo y reivindicando el “deber de la Memoria” (Reyes Mate), la exigencia a la dignificación de los enterramientos, la exhumación de las fosas y que la verdadera Historia de la represión se haga con respeto, dignidad y verdad. No nos oponemos a que ellos, dignifiquen y reivindiquen su memoria, pero esa no es la nuestra. Hay que tener en cuenta, que casi todos ya fueron enterrados y dignificados por el franquismo.


 Como mi abuelo, fueron asesinados en Huelva 6.090 personas, muchas de las cuales permanecen en 119 fosas comunes, y que en Andalucía hay más de 600 fosas y miles de personas “tiradas” en cunetas y fosas comunes sin identificación. Durante más de 80 años, a nadie había inquietado esta tremenda tragedia, salvo a sus familiares. La derecha española ha intentado que mi “abuelo” cayera en el olvido. Que trascurriera el tiempo con objetivo de borrar nuestros recuerdos. Ante tal injusticia, la tercera generación, nos sentimos en la obligación moral, social y política, de pedir a nuestras instituciones, ya democráticas: Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo.

A pesar del “chubasquero”, me indignan las palabras de los nuevos diputados de la extrema derecha, utilizando el Parlamento, y demostrando un gran desconocimiento de la realidad de nuestra memoria. Una realidad social que emerge de la desmemoria y del olvido. Ayudaría más a “su” España actual la recuperación de la memoria y el reencuentro de las generaciones, que el enfrentamiento y rechazo iletrado de los sentimientos.

Si después de más de ochenta años, no hemos sido capaces de recomponer un país destrozado por el olvido, no podemos esperar que esta regresión y sus monsergas ideológicas no pretendan acabar con la memoria. La pretendida humillación de las víctimas del franquismo quiere impedir la existencia de mi abuelo y las múltiples injusticias que recayeron sobre nuestra familia, y tantas familias.

Zuela de unas botas fosa de Encinasola
El uso de palabras “gruesas” para influir en la agenda setting de los medios y en la discusión de las tertulias del país, es un intento inútil de manejar un interés espurio y de aparecer como los grandes defensores de una España inútil y desmemoriada. Este acto refleja tal trascendencia que los colectivos memorialistas no podemos quedar impasibles: el daño permanente a la memoria es muy irrecuperable y necesita estar vigilante.

Cuando en 2006 presentamos la denuncia por crímenes de lesa humanidad y genocidio en la Audiencia Nacional, confiábamos, seguramente de forma ingenua, que treinta años de democracia habrían producido un efecto más positivo en determinados poderes del Estado. Hoy comprobamos con tristeza que esto no ha sido así. De nuevo las fuerzas fascistas y reaccionarias de este país, quieren seguir humillando a los miles de desaparecidos y fusilados que aún permanecen en las cunetas o en fosas comunes. Esto sí que es algo intolerable.

Seguramente los “buscadores de huesos” no hemos sido capaz de penetrar en una sociedad sorda al pasado y demasiado preocupada por un presente líquido que no nos deja reflexionar y entender el contexto de lo que pasa. La cohesión de nosotros mismos es más dependiente de la capacidad de mostrar nuestros objetivos “legítimos”, que una visión manipulada de reabrir nada y menos, de reinterpretar la Historia, pero queremos una Historia de la Verdad.

Mientras nuestros abuelos sigan en fosas comunes o cunetas no habrá sosiego ni reencuentro, y la Historia será de algunos, pero no será nuestra Historia. Buscamos la verdad porque en ella está la conciliación, mientras no demos estos pasos no habrá concordia, aunque alguien plantee cambiar la memoria por un sutil consenso sobre nuevas palabras vacías que nos llevan a un olvido consciente, por ello, vamos a exigir una auténtica Justicia sin subterfugios ni recovecos.

Con el poder del voto y la transformación, la sociedad tiene que exigir a la Política respeto con el dolor de las víctimas, no podemos permanecer impávidos a una degeneración democrática de los sentimientos, con un diálogo inoperante que nos traslada al pasado a través de una figura retórica inculta y malintencionada.  La Memoria, el “deber de la memoria”, son elementos y vitales necesarios para la reconstrucción de familias destrozadas por el fascismo, que ha inundado, hasta la putrefacción, nuestras vidas y nuestro pasado.

 La vivencia y recuperación de nuestro pasado, es parte de nuestro futuro: como víctimas y como país. No podemos seguir inconmovibles al desprecio y esperar que el despropósito de la incultura y el uso agresivo del lenguaje busquen enterrar a las víctimas de nuevo, después de más de ochenta años. Todo el trabajo de los familiares, las asociaciones y los sectores progresistas del país han luchado para que se reconozca la verdad sobre los crímenes franquistas y el genocidio sufrido por las víctimas.  No nos pueden intimidar de nuevo los que hacían las “sacas” con sus manipulaciones y una derecha lastrada por su pasado.

Necesitamos seguir adelante con aquellos ciudadanos/as que se escandalizan con la tragedia, el asesinato e ignominia. Las víctimas quieren reivindicar su pasado, construir un país más democrático y sin revanchas absurdas, ni insultos. Eso sí, seguiremos luchando por los “nuestros”, por su identidad, su Memoria y su reconocimiento.   

Rafael López Fernández
Nieto de fusilado por el franquismo
Sevilla, 26 marzo 2019

¿Buscando los huesos de mi abuelo, después de 87 años en una fosa común?

  Mi abuelo Isidro nació en Sena de Luna (León) y fue asesinado en Hinojos (tapias del cementerio) el 4 de septiembre del 1936 en aplicación...