Imágenes de la Concentración de la Gavidia, en Sevilla, plaza de reivindicación y concentración en defensa de las Víctimas del franquismo. En las imágenes recogemos diferentes momentos de la concentración, con nuestros maestros, con las personas que nos han transmitido la Memoria. Destacar a Paco Marín, que a sus 85 años, sigue luchando por la víctima de su padre, asesinado por los falangistas en el 1936. El tenía 13 años, y aún no ha perdido el ímpetu de su lucha.
En la noche trágica del viernes 4 de septiembre de 1936, sacaron a mi abuelo Isidro Fernández Cordero, de 41 años y a Manuel Domínguez Valladolid "El de Bartolo", de 33 años, de la actual "casa del agricultor", que les sirvió de cárcel, para fusilarlos, en las tapias del cementerio de Hinojos. Siguen en una fosa común. El "Gato" dijo: "a Isidro lo mato yo".
viernes, 17 de febrero de 2012
Las víctimas, las más vulnerables.Concentración de Apoyo a Garzón en la Gavidia
"Otra víctima, Primo Levi, reivindicó un espacio público para la memoria de las víctimas, pues el escarnio para ellas es múltiple: primero cuando son asesinadas y una vez mas cuando se las olvida. Es una triste paradoja que el juicio contra el magistrado Baltasar Garzón ha sido la única oportunidad en nuestra democracia que las víctimas han tenido voz y memoria en sede judicial" Según el Prof. Joaquín González Ibáñez
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Rafael López
El sentido de la víctima hay que buscarlo en la impotencia y en las dificultades de desarrollo que hemos sufrido con una dictadura dura y cruel, que no ha permitido buscar salidas dignas de dignificación y recuperación de la memoria. El movimiento Memorialista ha sido capaz de dar la vuelta a los silencios, pactados o no, pero el Olvido de la transición nos hizo mucho daño. Posiblemente en un principio teníamos cosas muy urgentes que hacer, pero después de 35 años de democracia, no podemos tener el país en general, y Andalucía en particular, lleno de fosas comunes, llena de cementerios clandestinos y tirados por toda Andalucía.
lunes, 6 de febrero de 2012
FOSAS EN LAS CUNETAS Y TRABAJO ESCLAVO
Cunetas que son cementerios clandestinos.
Trabajo esclavo: los olvidados de la democracia
En Bellavista; el origen de la esclavitud , se centra en un gran campo de concentración: los Merinales, hay una plaza con el nombre de Plaza del Retiro, que tiene tres esculturas dedicadas al trabajo esclavo. Abandonadas, pintarraqueadas y con papeles de propaganda pegados. Esto demuestra el interés que tienen y han tenido las administraciones, por conservar su patrimonio cultural y de Memoria.
Después de que el Canal de los Presos regara gran parte de la vega del Gualquivir y que grandes empresas, con nombres relevantes en Sevilla se aprovecharan de ello; los presos nunca han merecido un mínimo reconocimiento por parte de las administraciones locales, provinciales o regionales.
¿Somos consciente del daño irreparable que produce el OLVIDO?
El sentido de la víctima hay que buscarlo en la impotencia y en las dificultades de desarrollo que hemos sufrido con una dictadura dura y cruel, que no ha permitido buscar salidas dignas de dignificación y recuperación de la memoria. El movimiento Memorialista ha sido capaz de dar la vuelta a los silencios, pactados o no, pero el Olvido de la transición nos hizo mucho daño. Posiblemente en un principio teníamos cosas muy urgentes que hacer, pero después de 35 años de democracia, no podemos tener el país en general, y Andalucía en particular, lleno de fosas comunes, llena de cementerios clandestinos y tirados por toda Andalucía.
IMÁGENES PERDIDAS DE LA MEMORIA
Mi madre, Luz Divina y mi tía María, en el Rocío sentadas en la
enrramá.
Mi madre y mi tía, han esperado toda su vida la vuelta de su padre, o al menos los restos de su fosa. Mi tía tenía 14 años y mi madre 12 cuando fusilaron a mi abuelo Isidro. Mi abuela quedó viuda de "rojo" y con cinco hijos, mi tío Isidro con unos meses.
Después de enterarse del asesinato de mi abuelo en Hinojos, con siete almonteños más y Frasquita la "Charamusca", única mujer fusilada en Almonte; mi abuela abortó de su sexto hijo. La Guerra Civil marcó una tragedia permanente en mi familia. Mi madre siempre me ha pedido que buscara a su padre. Hoy, con un Alzheimer muy avanzado, te pide con su mirada que no dejemos esa búsqueda. De hecho si se habla junto a ella de este tema, las lágrimas saltan a sus ojos y aunque no articula palabras. "Quiero, poder enterrar sus "huesesitos" en el cementerio de Almonte, junto a tu abuela María". Es como un deseo heredado por la familia al que no debemos fallar. Estamos luchado para ello.
El sentido de la víctima hay que buscarlo en la impotencia y en las dificultades de desarrollo que hemos sufrido con una dictadura dura y cruel, que no ha permitido buscar salidas dignas de dignificación y recuperación de la memoria. El movimiento Memorialista ha sido capaz de dar la vuelta a los silencios, pactados o no, pero el Olvido de la transición nos hizo mucho daño. Posiblemente en un principio teníamos cosas muy urgentes que hacer, pero después de 35 años de democracia, no podemos tener el país en general, y Andalucía en particular, lleno de fosas comunes, llena de cementerios clandestinos y tirados por toda Andalucía.
domingo, 5 de febrero de 2012
CONCENTRACIÓN EN LA GAVIDIA EN DEFENSA DE GARZON
Paco Marín: el sentimiento puro contra el franquismo.
Paco Marín perdió a su padre en el 1936, asesinado por falangistas, él se ha criado con el dolor y la pena de la perdida. Hemos aprendido mucho de él, de sus sentimientos y su empuje. Ha sido el espíritu vivo de la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía. A sus 85 años, sigue siendo un luchador incansable contra el fascismo español. Es una persona maravillosa y cariñosa. Ha sido un estímulo para nosotros. Delante de él, la hija de Mari Ángeles Maqueda, otra luchadora, que está educando a su hija en la Memoria de los Nuestros. Gracias a los dos.
El sentido de la víctima hay que buscarlo en la impotencia y en las dificultades de desarrollo que hemos sufrido con una dictadura dura y cruel, que no ha permitido buscar salidas dignas de dignificación y recuperación de la memoria. El movimiento Memorialista ha sido capaz de dar la vuelta a los silencios, pactados o no, pero el Olvido de la transición nos hizo mucho daño. Posiblemente en un principio teníamos cosas muy urgentes que hacer, pero después de 35 años de democracia, no podemos tener el país en general, y Andalucía en particular, lleno de fosas comunes, llena de cementerios clandestinos y tirados por toda Andalucía.
ESTREMECEDORA DECLARACIÓN DE MARIA ANTE EL TRIBUNAL SUPREMO: UNA PEQUEÑA VICTORIA
María Martín, 81 años, al Supremo: "¿Quieren que esperemos 75 años más?"
Con un hilo de voz, rodeada de togas, esta mujer ha relatado por qué hace seis años acudió a la justicia, para encontrar a su madre, fusilada en 1936
· La carta que María envió al juez
NATALIA JUNQUERA Madrid 1 FEB 2012 "A mi madre la mataron en el 36..." ha empezado Maria MartínLópez, de 81 años, a relatar su historia esta mañana ante el Supremo. Rodeada de togas, esta mujer de 81 años, ha explicado con un hilo de voz -"discúlpenme, estoy un poco afónica"- por qué hace casi seis años acudió a la Audiencia Nacional. "Yo lo que quiero es que me ayuden a encontrar a mi madre para poder enterrarla. Nada más y nada menos", explicaba después a este diario.
-"¿A usted la han ayudado hasta ahora a encontrar a su madre?", le ha preguntado el abogado del juez Baltasar Garzón.
-"No".
"¿Quieren que esperemos 75 años más?", se preguntaba ya en su casa, en Toledo, después de haber contado su historia ante los magistrados del Supremo. "Yo no llego".
En el juicio no ha podido contar todo lo que quería. "Se han quedado muchas cosas en el tintero", lamentaba. Pero sí lo principal, "A mi madre la fusilaron en 1936, con otros 27 hombres y tres mujeres", ha relatado ante los magistrados.No le ha dado tiempo a explicar que ella tenía entonces seis años, una hermana de 12 y otra de dos. Que su padre estaba segando cuando mataron a su mujer. "También fueron a por él y lo llevaron preso. Mis hermanas y yo nos quedamos con mi tía. Hasta que lo dejaron libre. El día que volvió de la cárcel me abrazó y no me soltó en horas. Mi hermana pequeña murió pocos días después".
Iba tranquila al juicio: "Yo no he hecho nada malo. Y Garzón tampoco", explicaba. Conocía bien los nombres de los magistrados del Supremo. Al instructor de la causa contra el juez de la Audiencia Nacional por abrir una investigación sobre los crímenes del franquismo, Luciano Varela, le escribió un día explicándole por qué había acudido a la justicia e intentando hacerle ver que "si fuera su madre" la desaparecida, estaría moviendo cielo y tierra por encontrarla. No le contestó.
Al salir de la sala, no le ha gustado ver a dos miembros de asociaciones para la recuperación de la memoria histórica discutiendo. "Esto es una cosa muy seria. Es un entierro sin muertos
El sentido de la víctima hay que buscarlo en la impotencia y en las dificultades de desarrollo que hemos sufrido con una dictadura dura y cruel, que no ha permitido buscar salidas dignas de dignificación y recuperación de la memoria. El movimiento Memorialista ha sido capaz de dar la vuelta a los silencios, pactados o no, pero el Olvido de la transición nos hizo mucho daño. Posiblemente en un principio teníamos cosas muy urgentes que hacer, pero después de 35 años de democracia, no podemos tener el país en general, y Andalucía en particular, lleno de fosas comunes, llena de cementerios clandestinos y tirados por toda Andalucía.
The New York Time, toma consciencia del engaño del tribunal Supremo español con el juicio de Garzón
Editorial en The New York Times: La verdad, a juicio en España
Editorial de The New York Times, 4 de febrero de 2012
Terribles crímenes fueron cometidos durante y después de la guerra civil española 1936-1939 que ningún juzgado a examinado o juzgado. Nadie sabe realmente cuánta gente fue desaparecida, torturada y asesinada. Ahora, uno de los magistrados más importantes de la justicia española, Baltasar Garzón, está siendo juzgado por haberse atrevido a abrir una investigación sobre esas atrocidades.
España es ahora una democracia vibrante, pero el juicia a Garzón, que abrió sus puertas la semana pasada, es un inquietante eco de pensamiento totalitario de la era de Franco. Se enfrenta a una condena que podría suspenderle de sus funciones durante 20 años por desafíar una Ley de Amnistía promulgada en 1977 para facilitar la transición a la democracia. Él argumenta que bajo el derecho internacional no pueden amnistiarse crímenes contra la humanidad y que las desapariciones todavía no resueltas –miles de fosas comunes aún no han sido abiertas- constituyen un crimen permanente.
En 2008, el juez Garzón inició una breve investigación oficial, ordenando la apertura de 19 fosas comunes y acusando simbólicamente al general Francisco Franco y a varios ex funcionarios, ninguno vivo, por la desaparición de más de 100.000 personas. La corte de apelaciones paralizó el caso. Al año siguiente, dos grupos de extrema derecha se querellaron contra el juez por desafiar la Ley de Amnistía. En representación del Gobierno, el fiscal argumentó que no había cometido ningún delito pero el Tribunal Supremo aceptó la denuncia.
Por otra parte, el juez garzón se enfrenta a cargos penales por otros dos casos con mucha carga política. No podemos juzgar los argumentos. Pero la persecución penal de magistrados por sus resoluciones es inusial en España y este caso podría enfriar la independencia judicial.
El juez Garzón se hizo famoso por sus juicios a los terroristas vascos, torturadores argentinos, el del ex dictadora chileno Augusto Pinochet y a políticos españoles. Sus poderosos enemigos están viendo ahora una oportunidad para poner fin a su carrera.
El Juez Garzón, sin duda es a veces mediático e intenta abarcar demasaiado, pero perseguirlo por exhumar crímenes de la época de Franco es una ofensa a la justicia y a la historia. El Tribunal Supremo nunca debería haber admitido a trámite el caso. Ahora deber absolverle.
http://www.nytimes.com/2012/02/05/opinion/sunday/truth-on-trial-in-spain.html?_r=2
Editorial de The New York Times, 4 de febrero de 2012
Terribles crímenes fueron cometidos durante y después de la guerra civil española 1936-1939 que ningún juzgado a examinado o juzgado. Nadie sabe realmente cuánta gente fue desaparecida, torturada y asesinada. Ahora, uno de los magistrados más importantes de la justicia española, Baltasar Garzón, está siendo juzgado por haberse atrevido a abrir una investigación sobre esas atrocidades.
España es ahora una democracia vibrante, pero el juicia a Garzón, que abrió sus puertas la semana pasada, es un inquietante eco de pensamiento totalitario de la era de Franco. Se enfrenta a una condena que podría suspenderle de sus funciones durante 20 años por desafíar una Ley de Amnistía promulgada en 1977 para facilitar la transición a la democracia. Él argumenta que bajo el derecho internacional no pueden amnistiarse crímenes contra la humanidad y que las desapariciones todavía no resueltas –miles de fosas comunes aún no han sido abiertas- constituyen un crimen permanente.
En 2008, el juez Garzón inició una breve investigación oficial, ordenando la apertura de 19 fosas comunes y acusando simbólicamente al general Francisco Franco y a varios ex funcionarios, ninguno vivo, por la desaparición de más de 100.000 personas. La corte de apelaciones paralizó el caso. Al año siguiente, dos grupos de extrema derecha se querellaron contra el juez por desafiar la Ley de Amnistía. En representación del Gobierno, el fiscal argumentó que no había cometido ningún delito pero el Tribunal Supremo aceptó la denuncia.
Por otra parte, el juez garzón se enfrenta a cargos penales por otros dos casos con mucha carga política. No podemos juzgar los argumentos. Pero la persecución penal de magistrados por sus resoluciones es inusial en España y este caso podría enfriar la independencia judicial.
El juez Garzón se hizo famoso por sus juicios a los terroristas vascos, torturadores argentinos, el del ex dictadora chileno Augusto Pinochet y a políticos españoles. Sus poderosos enemigos están viendo ahora una oportunidad para poner fin a su carrera.
El Juez Garzón, sin duda es a veces mediático e intenta abarcar demasaiado, pero perseguirlo por exhumar crímenes de la época de Franco es una ofensa a la justicia y a la historia. El Tribunal Supremo nunca debería haber admitido a trámite el caso. Ahora deber absolverle.
http://www.nytimes.com/2012/02/05/opinion/sunday/truth-on-trial-in-spain.html?_r=2
El sentido de la víctima hay que buscarlo en la impotencia y en las dificultades de desarrollo que hemos sufrido con una dictadura dura y cruel, que no ha permitido buscar salidas dignas de dignificación y recuperación de la memoria. El movimiento Memorialista ha sido capaz de dar la vuelta a los silencios, pactados o no, pero el Olvido de la transición nos hizo mucho daño. Posiblemente en un principio teníamos cosas muy urgentes que hacer, pero después de 35 años de democracia, no podemos tener el país en general, y Andalucía en particular, lleno de fosas comunes, llena de cementerios clandestinos y tirados por toda Andalucía.
lunes, 23 de enero de 2012
Garzon y los Derechos Humanos
Caso Garzón: nadie debe ser juzgado por investigar violaciones de derechos humanos
El Tribunal Supremo debe tener en cuenta en el proceso las obligaciones de derecho internacional que pesan sobre España
Madrid.- El próximo 24 de enero comienza en el Tribunal Supremo el proceso judicial contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, en el que se persigue penalmente al magistrado, actualmente suspendido, por haber iniciado una investigación sobre violaciones a derechos humanos cometidas durante la guerra civil y el franquismo.
Amnistía Internacional considera escandaloso que un magistrado sea juzgado por buscar la justicia, la verdad y la reparación para las víctimas y los familiares de una violación masiva de derechos humanos. La investigación de los abusos contra los derechos humanos es una obligación de derecho internacional para el Estado español, incluyendo el Poder Judicial en su conjunto.
Al juez de la Audiencia Nacional se le acusa de un presunto delito de prevaricación por haber abierto una causa en la Audiencia Nacional para investigar la desaparición forzada de 114.266 personas entre el 17 de julio de 1936 y diciembre de 1951. A Garzón se le acusa, entre otras cuestiones, de no aplicar a sabiendas la Ley de Amnistía de 1977 en la instrucción del caso.
Amnistía Internacional considera irrelevante que la investigación del juez Garzón infringiera o no la legislación nacional española, ya que es justamente la Ley de Amnistía de 1977 la que impide iniciar procesamientos por delitos de derecho internacional, la que supone un incumplimiento de las obligaciones contraídas por España en virtud del derecho internacional. Para la organización, jamás puede considerarse como delito la investigación de violaciones de derechos humanos, aún si para ello es necesario dejar de lado una ley de amnistía u otras normas relativas a la prescripción de los delitos.
Además, es profundamente preocupante la dilación que ha sufrido la investigación de los crímenes de desaparición forzada durante la guerra civil y el franquismo. Una de las investigaciones de Amnistía Internacional actualmente en curso, cuyas conclusiones definitivas se harán públicas este año, parece evidenciar que al menos cuatro procesos de investigación de dichos crímenes se han visto postergados y su avance ha sido condicionado a la decisión final por parte del Tribunal Supremo en la causa contra Garzón.
Tal investigación parece demostrar asimismo que los criterios utilizados para fundamentar los cargos contra el juez han sido esgrimidos por juzgados territoriales que investigaban los crímenes cometidos durante el franquismo para archivar masivamente los procedimientos. La organización considera que este hecho está afectando de manera grave los derechos de las víctimas y sus familias.
Por otra parte, Amnistía Internacional urge a las autoridades españolas a que centren sus esfuerzos en revelar la verdad de los millares de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y actos de tortura cometidos durante el franquismo y en proporcionar reparación plena a las víctimas y a sus familias..
En consecuencia, Amnistía Internacional insta al Tribunal Supremo a que se pronuncie en línea con las obligaciones de derecho internacional que pesan sobre España, aplicando los tratados internacionales suscritos por este país que prohíben la aplicación de la amnistía o la prescripción a los delitos de derecho internacional, entre los que figura la desaparición forzada de personas.
Información adicional
Los hechos que se cometieron durante la Guerra Civil española y la dictadura franquista eran ya reconocidos como crímenes de derecho internacional en el momento de su comisión.
Los efectos legales que se derivan de la condición de crímenes de derecho internacional son, entre otros, la imprescriptibilidad de la acción penal y la prohibición de aplicar amnistías o indultos a las personas responsables de tales conductas, hasta tanto se haya celebrado un proceso judicial independiente e imparcial donde se dilucide plenamente la verdad de los hechos y se diriman las responsabilidades penales correspondientes.
La Ley de Amnistía de 1977 y otros mecanismos de impunidad han sido invocados expresamente para perseguir a un juez que ha intentado dar respuesta a víctimas de desaparición forzada y sus familias. El Comité de Derechos Humanos y el Comité contra la Tortura, de la ONU, han señalado que España debe revocar la Ley de Amnistía. Han reiterado a las autoridades españolas que la desaparición forzada y la tortura son crímenes por los que no pueden aplicarse amnistías y que no prescriben.
Amnistía Internacional considera escandaloso que un magistrado sea juzgado por buscar la justicia, la verdad y la reparación para las víctimas y los familiares de una violación masiva de derechos humanos. La investigación de los abusos contra los derechos humanos es una obligación de derecho internacional para el Estado español, incluyendo el Poder Judicial en su conjunto.
Al juez de la Audiencia Nacional se le acusa de un presunto delito de prevaricación por haber abierto una causa en la Audiencia Nacional para investigar la desaparición forzada de 114.266 personas entre el 17 de julio de 1936 y diciembre de 1951. A Garzón se le acusa, entre otras cuestiones, de no aplicar a sabiendas la Ley de Amnistía de 1977 en la instrucción del caso.
Amnistía Internacional considera irrelevante que la investigación del juez Garzón infringiera o no la legislación nacional española, ya que es justamente la Ley de Amnistía de 1977 la que impide iniciar procesamientos por delitos de derecho internacional, la que supone un incumplimiento de las obligaciones contraídas por España en virtud del derecho internacional. Para la organización, jamás puede considerarse como delito la investigación de violaciones de derechos humanos, aún si para ello es necesario dejar de lado una ley de amnistía u otras normas relativas a la prescripción de los delitos.
Además, es profundamente preocupante la dilación que ha sufrido la investigación de los crímenes de desaparición forzada durante la guerra civil y el franquismo. Una de las investigaciones de Amnistía Internacional actualmente en curso, cuyas conclusiones definitivas se harán públicas este año, parece evidenciar que al menos cuatro procesos de investigación de dichos crímenes se han visto postergados y su avance ha sido condicionado a la decisión final por parte del Tribunal Supremo en la causa contra Garzón.
Tal investigación parece demostrar asimismo que los criterios utilizados para fundamentar los cargos contra el juez han sido esgrimidos por juzgados territoriales que investigaban los crímenes cometidos durante el franquismo para archivar masivamente los procedimientos. La organización considera que este hecho está afectando de manera grave los derechos de las víctimas y sus familias.
Por otra parte, Amnistía Internacional urge a las autoridades españolas a que centren sus esfuerzos en revelar la verdad de los millares de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y actos de tortura cometidos durante el franquismo y en proporcionar reparación plena a las víctimas y a sus familias..
En consecuencia, Amnistía Internacional insta al Tribunal Supremo a que se pronuncie en línea con las obligaciones de derecho internacional que pesan sobre España, aplicando los tratados internacionales suscritos por este país que prohíben la aplicación de la amnistía o la prescripción a los delitos de derecho internacional, entre los que figura la desaparición forzada de personas.
Información adicional
Los hechos que se cometieron durante la Guerra Civil española y la dictadura franquista eran ya reconocidos como crímenes de derecho internacional en el momento de su comisión.
Los efectos legales que se derivan de la condición de crímenes de derecho internacional son, entre otros, la imprescriptibilidad de la acción penal y la prohibición de aplicar amnistías o indultos a las personas responsables de tales conductas, hasta tanto se haya celebrado un proceso judicial independiente e imparcial donde se dilucide plenamente la verdad de los hechos y se diriman las responsabilidades penales correspondientes.
La Ley de Amnistía de 1977 y otros mecanismos de impunidad han sido invocados expresamente para perseguir a un juez que ha intentado dar respuesta a víctimas de desaparición forzada y sus familias. El Comité de Derechos Humanos y el Comité contra la Tortura, de la ONU, han señalado que España debe revocar la Ley de Amnistía. Han reiterado a las autoridades españolas que la desaparición forzada y la tortura son crímenes por los que no pueden aplicarse amnistías y que no prescriben.
El sentido de la víctima hay que buscarlo en la impotencia y en las dificultades de desarrollo que hemos sufrido con una dictadura dura y cruel, que no ha permitido buscar salidas dignas de dignificación y recuperación de la memoria. El movimiento Memorialista ha sido capaz de dar la vuelta a los silencios, pactados o no, pero el Olvido de la transición nos hizo mucho daño. Posiblemente en un principio teníamos cosas muy urgentes que hacer, pero después de 35 años de democracia, no podemos tener el país en general, y Andalucía en particular, lleno de fosas comunes, llena de cementerios clandestinos y tirados por toda Andalucía.
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