Después de 81 años, se autoriza actuar en la fosa común de Hinojos
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Cementerio de Hinojos |
“ España no es España, que es una inmensa fosa,
que es un gran cementerio rojo y bombardeado:
los bárbaros lo quieren de este modo”
Recoged esta voz (Viento del Pueblo)
Miguel Hernández
Hace ya tiempo que no escribo en esta página, aunque de forma silenciosa sigo trabajando por la Recuperación de la Memoria. La exposición excesiva de algunos, disminuye la penetrabilidad social de nuestros objetivos. Es necesario implicar a las víctimas y no ceder el espacio de reivindicación solo a los profesionales o historiadores.
Cuando empezamos a trabajar por la Memoria, no podíamos imaginar los avances alcanzados y los hitos que hemos logrado y vivido: Ley de Memoria Andaluza; incorporación en la Agenda Política del Gobierno Andaluz los temas de la Memoria; realización de las exhumaciones desde el Gobierno andaluz de forma profesional con los familiares y asociaciones; actualización del Mapa de Fosas; resultados de las denuncias en Argentina; la posición de la ONU a través del Grupo de Desapariciones Forzada y su Relator y su presión al Gobierno español, la falta de compromiso de la derecha dura y blanda con el tema de la Memoria, etc.
Esta autorización aparece en el BOJA ( nº 61 de 28 de marzo de 2018 en la página 97) en el que se recoge diversas actuaciones en la provincia de Huelva, entre la que se encuentra: la fosa del cementerio de Hinojos, que es donde está mi abuelo Isidro y unas doce personas de Almonte.
Dice el BOJA:
Indagación-localización, delimitación, exhumación, estudio antropológico e identificación genética, si procediera, en las siguientes localidades:
En la provincia de Huelva: - Bonares. - Calañas. - El Perrunal-Calañas. - Higuera de la Sierra. - Hinojos. - San Juan del Puerto. - Trigueros.
Este momento es para los familiares un hito sin precedentes, si tenemos en cuenta que nuestra lucha, de más de 15 años, se ha visto recompensada por esta autorización, aún sin consecuencias. Hemos tenido que superar muchos obstáculos: el primero el propio Ayuntamiento de Hinojos, que hasta hace poco no ha entendido esta necesidad; el Defensor del Pueblo, que como una buena oficina burocrática no se implicó mucho en esto; el Gobierno de la Nación que se jactaba de no poner ni un euro para la Memoria, eso lo decía el Presidente del Gobierno y su portavoz ofendiendo a las víctimas, etc.
“mirando a la capilla, a la derecha, fueron enterrados; en el lugar donde daban sepultura a los asesinos, a las personas sin familias y más extrañas de aquella época”
Ahora nos enfrentamos a un momento delicado: encontrar la fosa en el cementerio después de la importante transformación sufrida. Llevamos tantos años esperando este momento, que la emoción no nos deja esperar un desencanto. Tenemos tantas ganas de ver sus restos y dignificar su fosa, que sería enorme la decepción de no encontrar la fosa, o que ya haya sido exhumada de forma irregular y sin el cariño que los muertos requieren y se manifiestan con la espera.
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Paseo del cementerio de Hinojos |
¿Somos espera, olvido o memoria? Hemos despreciado tanto nuestra Historia y nuestra Memoria, que tenemos la impresión que tiramos de forma continua lo que somos, que despreciamos la vida y el esfuerzo de tanta gente que peleó y luchó por lo que somos. Mi abuelo, como tantos abuelos, fue un hombre bueno y comprometido que perdió su vida por ello. Hoy un país avanzado, aún no ha considerado necesario exhumar sus restos de la fosa y dignificar su enterramiento. No podemos llevar a estos extremos el odio y la desdicha. No podemos pasar tan rápido de una cosecha a otra cosecha, como dice Miguel Hernández.
“ Esta España que, nunca satisfecha
de malograr la flor de la cizaña,
de una cosecha pasa a otra cosecha:
esta España”
Jornaleros (Viento del Pueblo)
Miguel Hernández
Nunca he visto su fosa, aunque intuimos donde se encuentra. Una tarde de agosto, de hace unos años, llevé a mi madre y a mi tía María al cementerio de Hinojos, nunca habían pisado aquel lugar. Mi madre tenía más de 80 años, recorrimos desde Almonte hasta el cementerio, todo el camino que hizo mi abuelo en aquel maldito camión, antes de su fusilamiento. No fue ningún ritual macabro ni angustioso, era una necesidad que ellas tenían antes de morir. Así me lo expresaron.
Lentamente, llegamos a las puertas del cementerio de Hinojos, dejamos el coche casi al principio de la avenida y cojeando, ya mi madre estaba algo enferma, me dijo: Es la primera vez que piso este suelo y este cementerio. Cuando iba a Sevilla y pasaba cerca de Hinojos, siempre me daba un vuelco el corazón y se me saltaban las lágrimas. Yo no quería ni por Dios, pasar por aquí. Esto me recordaba continuamente mi desgracia y la pena que sentía era enorme: pensar que mi padre estaba en una fosa…
Fue una tarde intensa de emociones, de lágrimas y suspiros. Hoy, desde el paso del tiempo, ya han muerto las dos, me da alegría recordar ese momento. Al menos, se fueron a la tumba con la convicción de que seguiríamos luchando por su búsqueda y exhumación. En ello estamos…
No había escrito, ni contado, este momento y sentía la necesidad de expresarlo o superarlo. La transmisión del duelo se hace desde la admiración y el respeto por una figura y unas ideas. No sufro ningún duelo patológico, solo una necesidad de Recuperar sus restos y su Memoria, no es ningún ritual macabro, ni pedimos dinero, solo queremos que se dignifique su Memoria y que todos aprendamos de lo pasó.
Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido. En el caso de una tragedia requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo independiente de que haya o no reconciliación y perdón.
Carlos Piera, Los girasoles ciegos de Alberto Méndez
Este país, España, no se encontrará con ella misma hasta que no dignifiquemos las fosas y aceptemos que todo esto fue un profundo Genocidio. Las fosas y las vidas tenemos que recuperarlas para poder seguir avanzando conjuntamente. Tenemos que hacer una reflexión como país y avanzar.
Rafael López Fernández
Huelva, 2018