miércoles, 25 de abril de 2012

LA TRAGEDIA DE UN HOMBRE SENCILLO


LA TRAGEDIA DE UN  HOMBRE SENCILLO
Alfonso Morón



Alfonso Morón de la Corte pudo haberse librado de la muerte, pero permaneció en Huelva para asegurarse la salvación de su hijo mayor, Alfonso Morón Bellerín.

La víspera del golpe militar, mi abuelo ya conocía de la sublevación que se preparaba y temía por mi padre. Estaba convencido de que él no se salvaría pero mi padre no había sido masón aunque los fascistas no iban a perdonarle su corta trayectoria intelectual y democrática, como así fue. Mi abuelo, tras dar instrucciones a mi padre para que huyera a Portugal, empezó a mover sus influencias para dejar garantizada la vida de su hijo y esto le hizo perder el barco en Ayamonte que lo hubiera salvado a él cambiando la muerte segura que le esperaba en Huelva por el exilio a México.

A pesar de todo, Alfonso Morón hijo cayó en manos de los sublevados, fue detenido en Zafra cuando se encaminaba a cruzar la frontera portuguesa. Ya en la cárcel, lo sacaron una mañana al paredón y cuando iban a disparar llegó un telegrama para que saliera de la fila, fruto de las gestiones de mi abuelo. Siguió encarcelado y un familiar que fue a visitarlo le comunicó en la cárcel que habían matado a su padre. Unos meses después le tocó por su quinta ir a la guerra de parte de los nacionales y lo enviaron al frente, aunque él siempre decía que no pegó ni un solo tiro. Estuvo todo el tiempo en la enfermería (esto lo contaba él así y mi madre lo corroboraba) y volvió a su casa a Huelva, finalmente, con una enfermedad neurológica que le duró toda su vida. Nunca supimos bien por qué ni cuál hubiera sido el diagnóstico. Yo siempre decía que la dignidad de mi padre murió en aquel paredón.

Alfonso Morón Bellerín no volvería a Huelva hasta poco antes de acabar la guerra. Su madre, mi abuela Rocío sobrevivió con sus otros cuatro hijos gracias a la ayuda de familiares. En 1940 plantó cara al Ayuntamiento de Huelva y solicitó la pensión de viudedad. Finalmente le conceden en un Pleno municipal la pensión de 2.062,50 pesetas anuales, equivalentes al 25% de lo que cobraba mi abuelo cuando estaba en activo. Con eso y con las clases particulares que daba mi padre, pudieron sobrevivir.

Las represalias por hijo de republicano y masón, y por haber sido él mismo preso en cárcel franquista se materializaron para mi padre  en forma de inhabilitación profesional. Después de la guerra conoció a mi madre, Ana Hernández Marín, a quien los fascistas le habían fusilado a un hermano en Sevilla por planear el intento de detención de Queipo e invertir el curso de la guerra. Compartían un drama común. Se enamoraron enlutados hasta las cejas y fueron cómplices clandestinos contra Franco toda su vida. Mi madre consiguió un trabajo en Sevilla, adonde nos trasladamos a casa de una hermana de mi madre mientras mi padre permaneció en Huelva liquidando las deudas. Finalmente, vivimos todos exiliados en Sevilla.

Su voluntad de ser libre e instruido a pesar de los horrores que había vivido y cuyo símbolo era un temblor invalidante en la mano derecha le obligó, entre otras cosas, a aprender a escribir con la mano izquierda. Autodidacta y poeta clandestino, mi padre era conocido en el barrio de La Candelaria donde vivíamos durante mis primeros años de vida como “el maestro”. 

Siguió sin poder trabajar y formándose en casa hasta el año 1965 (yo tenía 13 años). Entonces pudo examinarse en la Escuela Central de Idiomas y obtener el título de francés. A partir de ahí dio clases a los alumnos de bachillerato en Los Salesianos de Triana y en el colegio Santo Tomás de Aquino, hasta su jubilación. Después de su muerte a los 70 años a consecuencia de una trombosis, he conocido a muchos alumnos suyos que lo recordaban con afecto y me contaban cómo el primer día de clases mi padre les enseñaba La Marsellesa.

En medio de los recuerdos de mi infancia, del miedo y las estrecheces consecuencias del estigma político por el pasado republicano en los años oscuros de la dictadura franquista, la imagen de mi padre va cambiando dentro de mí, desde su enorme tristeza escondida tras unas gafas oscuras que llevaba siempre        y su carácter huraño cuando yo era pequeña, hasta transformarse  en el hombre admirable y tierno, bondadoso y alegre que terminó siendo al suavizarse sus heridas. Cuando, en mi adolescencia, conocí toda su historia y la de mi abuelo, aprendí a quererlo y admirarlo de verdad, en toda su dimensión. Y hoy su recuerdo me llena de ternura y conecta con mi ser más profundo. También me dejó sus poemas, sus sonetos que llevo grabados en mi alma.

23 de abril de 2012.

A MI PADRE, ALFONSO MORÓN BELLERÍN.

Concha Morón Hernández









domingo, 22 de abril de 2012

Fosa de Cazalla de la Sierra

Fosa de Cazalla

Ayer estuvimos en una reunión con el Ayuntamiento de Cazalla, la empresa Ar4 y la Asociación, para impulsar y continuar con la exhumación de la fosa de Cazalla. Las dimensiones son impresionantes: 21m por 5m, con 5 niveles de enterramiento. Ya en la primera fase exhumamos a unos 50 restos, en esta esperamos completar la exhumación, que según algunos historiadores y familiares de víctimas es posible que haya unos 300  restos. El Ayuntamiento, con su alcalde al frente, apoyó en todo los trabajos y se brindó para impulsar la labor de exhumación, custodia e identificación. Gracias alcalde, por tu sensibilidad y apuesta. Desde la Asociación queremos agradecer el apoyo prestado por la corporación.

Camino del cementerio de Cazalla

Esta fosa se está exhumando con la subvención del Ministerio de Presidencia. Es característica de la fase anterior, el gran número de mujeres jóvenes, la cantidad de materiales encontrados: plumas, tabaquera, dedal, balas, etc. y las enormes lesiones perimorten que tienen los restos encontrados. 
En esta exhumación también va a colaborar Psicólogos sin Fronteras, que ha hecho un trabajo magnífico en Puebla. Creo que nuestra labor es, aparte de la dignificción de las fosas, realizar un trabajo social qu contextualice todo lo que hacemos. Para eso PSF son expertos. También vamos a contar, como la vez anterior, con la Universidad Pablo de Olavide, que nos ha apoyado en todos los aspectos técnicos que hemos considerado.
Gracias a todos, porque sin este trabajo conjunto esto no sería posible, y además el país necesita terminar los duelos y fortalecer esta Democracia frágil y quebradiza en la que vivimos.

viernes, 20 de abril de 2012

IMPRESIONANTE FOTO


 Este gesto, este fusilamiento, este desastre, es algo que impregna nuestra vida, nuestra retina e intentaron que se olvidara. Pero esto es parte de nuestra vida, de nuestra Historia, de nuestro pasado. Tenemos que hacer entre todo un esfuerzo por recordad, por recuperar la Memoria, por la Justicia de los nuestros.

¿La derecha de este país aceptaría el Olvido de lo suyos? Pues no, ya el 1940, el Decreto del franquismo, intenta dignificar a los suyos, con monolitos, con estancos, con plazas de maestros y médicos sin oposición. Solo bastaba matar a un rojo para que dejara la plaza y fuera ocupada  por el régimen. Cruz de los Caidos, de sus caídos, no los nuestros. Ellos todos enterrados en cementerios, no en cunetas ni en fosas comunes. En fin quiero recordar a Juan Antonio Acosta Bañez y a María de los Santos Rivero, un almonteño y una almonteña, que con distitnta sensibilidad política, supieron transmitirnos la necesidad de la MEMORIA. Gracias María, gracias Juan Antonio. Os debemos parte de la Historia de la Memoria que queremos recordar y dignificar. Hoy con una monarquía noqueada, queremos que vuestra MEMORIA sea la nuestra.

martes, 17 de abril de 2012

el nieto de Isidro: Lista de Huérfanos de la Revolución y la Guerra.

el nieto de Isidro: Lista de Huérfanos de la Revolución y la Guerra.

domingo, 15 de abril de 2012

Lista de Huérfanos de la Revolución y la Guerra.

Huérfanos de la Revolución y la Guerra: Ministerio de la Gobernación. Dirección General de la Beneficiencia y Obra Social.

CURIOSA LISTA

Con esta lista de huérfanos de la Revolución y la Guerra, el franquismo pretendía recomponer el desastre del Golpe. Es una extracción del listado de almonteños y almonteñas considerados como huérfanos, se debe a un trabajo de investigación de Francisco Espinosa, que me la ha facilitado: La edad de los huéranos oscilan entre los 6 y 8 años.
Esta muestra recoge a mi tío Isidro, a mis tías Ángela y Salvadora, que tenían cuando fusilaron a mi abuelo: 1 años y 11 meses, mi tio; 4 años y 8 meses mi tía Salvadora y 7 años y 1 mes mi tía Angela. Faltan mi tía María y mi madre, que tenían 11años mi tía María y 8 años y 11 meses, mi madre,ellas ya no tuvieron la edad para incluirlas en la consideración de huérfanas. El régimen le daban 2.5  ptas al mes, hasta que cumplían  los 16 años, es decir, en el 45 se lo quitaron a mi tía Ángela; en el 48 a mi tía Salvadora y en el 50 a mi tío Isidro.
Sé por mi abuela, que muchas veces  estas pagas no llegaban, no las cobraban,  y alguien se quedaba con ellas, por no sé qué deudas. Indudablemente  inventadas por el régimen o por su representantes.
La lista recoge de forma macabra el cómo se conseguía  la  consideración de huérfanos: de Padre. Ellos lo habían fusilado no hacía mucho. Tenían que justificar el desastre y ganarse la gloría con la ayuda a los desgraciados a los que previamente habían matado. La importancia de Ganarse el Cielo. Eso era un gran valor para los tiranos y asesinos.
Perdonar que no se vea bien la fotografía, pero la lista tiene escasa calidad. Me parecía un documento  importante y significativo, que  pone en evidencia la doble moral del régimen. Una obscenidad. Mi madre y mi tía María con 11 y 8 años se tuvieron que poner a servir. A servir a aquellos señoritos que habían apoyado y favorecido al régimen, o incluso alentado.

viernes, 13 de abril de 2012

55 maestros y 5 maestras fusiladas en Sevilla

 

Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia (AMHyJA)  
 AVANCE DE DATOS DEL CENSO DE VÍCTIMAS DE SEVILLA
La represión franquista acabó con la vida de 60 maestros en la provincia de Sevilla
Sevilla, 11 de abril de 2012 · El sábado 14 de abril se cumplirán 81 años de la proclamación de la II República Española. Como símbolo de los valores democráticos que representó el Estado republicano, la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia (AMHyJA) recuerda a los maestros que fueron asesinados en la provincia de Sevilla tras el golpe militar franquista de 1936.
El historiador José María García Márquez, por encargo de esta asociación, ha llevado a cabo una amplia y exhaustiva investigación para determinar el censo de víctimas de la provincia de Sevilla, que verá la luz en breve. Su trabajo sobre la represión ha permitido saber que 55 maestros y 5 maestras fueron asesinados tras el golpe militar.
 Según García Márquez, “la sangría que se produjo entre los maestros, con asesinatos en treinta y dos pueblos, aparte de la capital, tuvo un marcado cariz político. La persecución buscó su militancia política y sindical y, además, el carácter laico que, conforme a la ley, imprimieron muchos de ellos a la enseñanza en sus clases”.
 Destaquemos a María Esperanza Fernández Sánz, de La Campana, asesinada aquel trágico 2 de agosto de 1936 en el Pilar, junto a más de cien vecinos. O Carmen Lafuente Tirado, en Cantillana. También cabe mencionar la alevosa muerte de Joaquín León Trejo, maestro de Castilleja del Campo, asesinado como sus hermanos José y Manuel. Y especialmente sentidas fueron algunas muertes de enseñantes que eran muy queridos y considerados en sus pueblos, como José María Infante Franco, que había sido alcalde de Utrera entre 1931-1934; Manuel Espinosa Valdivieso, de Villanueva del Ariscal y el maestro de Arahal Jorge Florez Díaz. Los dos últimos, muertos por “heridas de arma fuego” sin que el registro civil indicara las verdaderas causas de su muerte. Lo mismo que en el caso del maestro de Marchena Santo Ruano Mediavilla, asesinado el 24 de agosto de 1936 en el “Lavadero”, cuya muerte se atribuye a unas “lesiones”.
 A José del Río Plasencia, que había sido maestro en Guadalcanal y destacado socialista, lo detuvieron en Villaverde del Río y fue llevado a Sevilla, donde le instruyeron un procedimiento sumarísimo y lo ejecutaron cuando se cumplía el aniversario de la proclamación de la República, el 14 de abril de 1937, formando parte de un grupo de veinte, que fue la forma que buscaron los sublevados para conmemorar dicho día.
“Cuando se produjo el golpe militar los maestros estaban de vacaciones, de tal forma que muchos de ellos no pudieron ser capturados en los primeros momentos.  Eso llevó a buscar a muchos de ellos en sus pueblos de origen o allí donde se encontraran”, informa José Mª García Márquez.
 Otros maestros murieron en la Prisión Provincial. La represión alcanzó no solamente a maestros oficiales de la escuela primaria, sino también a maestros “laicos”, que llevaban sus enseñanzas por barrios, campos y cortijos y a los que una gran parte de la población jornalera y campesina les debía haber aprendido a leer o escribir, como al anarquista José Sánchez Rosa y al comunista Roque García Márquez. O el maestro socialista Mariano Medina Muñoz, “en paradero desconocido”.
El censo recoge el asesinato de 727 mujeres
La iniciativa del censo de víctimas de la provincia de Sevilla se enmarca en las distintas actuaciones que la AMHyJA lleva a cabo para investigar lo sucedido en Andalucía durante la Guerra Civil y el franquismo, darlo a conocer y honrar la memoria de tantas víctimas olvidadas. Tal y como informábamos el 8 de marzo en el primer avance de datos de esta investigación, dicho censo recogerá el asesinato de 727 mujeres, 12 de ellas embarazadas.
 Colabora:

domingo, 8 de abril de 2012

Foto de una tarde en El Rocío. Recuerdo negro de una dictadura

Mujeres de luto, dolor y negro.


Curiosa reunión de mujeres en una tarde cualquiera en El Rocío, transcurrían los años 70 (no sé exactamente qué año). El franquismo tenía bajo el luto, el dolor y la sangre a muchas mujeres que habían perdido a sus maridos durante  la Guerra Civil y el franquismo. Mujeres que se habían opuesto de forma firme,  aquella horrible declaración de "muerte natural",  que le ofrecía el régimen, a cambio de una paga mísera. Todas se opusieron, o al menos, muchas de las mujeres, que cómo mi abuela, se reunían para tomar café. Nadie hablaba de nada, todo transcurría en un silencio cómplice de recuerdos y miradas. 
Es una foto que refleja la tragedia, el dolor y la pobreza de aquellos tiempos. Por las sillas de tijera, parecen que celebraban algo, pero solo el recuerdo las unía y salvaba sus tardes en la aldea.

En ella aparecen mi abuela María, mi madre y mi tía Salvadora, Antonia "la pajarita". Tres niños: mi hermano Miguel y mis primos, Manuel Salvador. Evocadora de una época, de un momento, historias de mujeres viudas y víctimas. Aquellas tardes en la choza de la calle Sanlúcar llenaban el vacío de la ausencia y fortalecían los momentos, contando y narrando cada una su dolor. Tardes de oscuridades permanentes, luto y tragedia manifiesta.  Un tiempo distinto, negro, pañuelos negros, miradas perdidas e inocentes que parecen mirar a un fotógrafo imaginario.  


Esta foto la subí por primera vez al nietodeisisdro en abril de 2012. Hoy (25 de abril de 2021), por fin, contacta conmigo un compañero asturiano, para decirme que una de las señoras es Eloina, mujer de Hilario, asturiano que estuvo en algún campo de concentración nazi y que estaba investigando su biografía. La impresión fue tremenda. Su familia la ha identificado. No sabemos mucho de ella. Vamos a seguir investigando. Pudiera ser una confusión, o podría darse la coincidencia que mi abuela la conociera. Eran amigas. ¡qué coincidencia! Jose Luis y yo, vamos a seguir investigando. La Memoria da estos vuelcos inesperados.

¡¡¡TODO POR NUESTRA MEMORIA!!!




¿Buscando los huesos de mi abuelo, después de 87 años en una fosa común?

  Mi abuelo Isidro nació en Sena de Luna (León) y fue asesinado en Hinojos (tapias del cementerio) el 4 de septiembre del 1936 en aplicación...