“EL
DEBER DE LA MEMORIA ”
“La
dictadura imponía el silencio, la democracia impide la memoria”, según el escritor almeriense, Agustín Gómez
Arcos, en prólogo de Perseguidos de Francisco Espinosa.
Kenzaburo Oé,
premio nobel de literatura japonés en 1994, lamentará toda su vida haber
llegado tarde a Hiroshima. Cuando en 1960 se decidió ir a Hiroshima descubre la
magnitud del sufrimiento, diferenciando la perspectiva del poder y la del dolor
de la víctima. El poder evoca triunfos y el dolor sale a su encuentro, en una
ciudad convertida en un cementerio.
Él hace
referencia al valor de la Memoria y expresa que mientras alguien escriba el
siguiente poema, debemos seguir luchando por la memoria y el recuerdo de la
Víctima. Esta misma proyección deben tener las VICITMAS DEL FRANQUISMO.
Give
Back the Human
Give back my father, give back my mother;
Give grandpa back, grandma back;
Give me my sons and daughters back.
Give me back myself.
Give back the human race.
As long as this life lasts, this life,
Give back peace
That will never end
Give back my father, give back my mother;
Give grandpa back, grandma back;
Give me my sons and daughters back.
Give me back myself.
Give back the human race.
As long as this life lasts, this life,
Give back peace
That will never end
Devuélvanme
a mi padre, devuélvanme a mi madre;
Devuélvanme
a mi abuelo y a mi abuela;
Devuélvanme
a mis hijos y mis hijas.
Devuélvame
a mi mismo.
Devuélvame
a la raza humana.
Mientras
esta vida dure, esta vida,
Devuélvame
la paz
Que
nunca se acabe.
Por Sankini Toge.
Como dice Reyes Mate, en su libro: La Piedra desechada: Desde que Auschwitz se hizo
visible, a finales de las setenta, nos hemos ido familiarizando con el “deber
de la memoria”. Nosotros, las generaciones posteriores a ese acontecimiento de
muerte, tenemos el mandato de recordar la barbarie. Ese imperativo anmético,
cuyo objetivo es hacer justicia y evitar la repetición, no es un requisito
sentimental, ni moral. No se trata, en efecto, de recordar episódica o
regularmente lo mal que lo pasaron los judíos, ni conjurarnos para evitar a la
humanidad una nueva experiencia de inhumanidad. Es mucho más que eso. Es un
mandato de re-pensar todo a la luz de la experiencia de la barbarie.
Lo que se nos plantea como un deber, es relacionar
memoria y verdad, esto nos impone a repensar la consideración de la
víctima desde la memoria de la barbarie,
desde la experiencia del sufrimiento. Por lo que el “deber de la memoria” es un
exigente plan de vida que va de lo personal a lo institucional, afectando a
todos los campos de la existencia (Reyes Mate).
En este
sentido, debemos considerar a las víctimas del franquismo, en el sentido del “deber
de la memoria”, bajo esta premisa es necesario actuar, tanto en la sociedad
civil como en las instituciones, desde la experiencia de la tragedia y del
sufrimiento de la víctima.
Hace ya unos
años, el compañero Juan Antonio Acosta, ya fallecido, víctima del franquismo
por la muerte de su padre, y yo; presentamos en un congreso Provincial del
partido, una ponencia sobre las víctimas del franquismo y la Guerra Civil,
donde pedíamos la necesaria recuperación de la memoria, en la que los
socialistas deberíamos estar presentes. Fue muy aplaudida.
El Movimiento memorialistas surge hace más de una
década, como una respuesta de la sociedad civil ante la escandalosa política de
desmemoria democrática llevada a cabo por todos los gobiernos españoles, salvo
el de Zapatero que aprobó la Ley de Memoria de 2007, que aunque criticada, tuvo
la virtualidad de ser la única Ley que se atrevió abordar este difícil y
complejo tema de la Memoria. Ante esta desoladora perspectiva, y en el marco
del Derecho Internacional, los familiares de las víctimas y muchas personas y
colectivos seguimos pensando que este tema de la Memoria es una cuestión de DDHH
y Derecho Universal.
Nos hemos organizado, de muchas maneras para
conseguir al menos:
- El reconocimiento y visualización de la memoria
de las víctimas del fascismo español; la reivindicación y restitución de lo
perdido en términos de justicia real y la construcción de puentes desde el
pasado al futuro, acercándonos a las nuevas generaciones para ofrecerles una
visión distinta de la historia contemporánea de España.
- Lucha por la aplicación del concepto de JUSTICIA
UNIVERSAL a las víctimas y a sus familiares, considerando los tres pilares
fundamentales: VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN.
Como dice Pura
Sánchez: “la sociedad civil ha tenido la necesidad de buscar la voz
silenciada que el Franquismo impuso a las víctimas del golpe de estado fascista
del 36. Esto tiene su explicación en que es esa misma sociedad la que resultó
afectada dramáticamente a través de una feroz represión que llenó de miedo,
muerte y miseria durante 40 años la vida de muchas familias españolas”.
El
Grupo de memoria del PSOE
No
sé si conocéis el trabajo del GMPSOE, a nivel regional se ha constituido un
Grupo de Trabajo, con el objetivo de impulsar y activar las Políticas de
Memoria. Llevamos ya varios años trabajando, y tengo que decir, que en esta
última época, la intensidad y calidad de nuestro trabajo ha mejorado.
Lo
formamos gente comprometidas con la Memoria en cada provincia y que nos
especializamos en trabajar y dinamizar todos los aspectos relevantes de la
Memoria en Andalucía: Ley de Memoria, Lugares de Memoria, Querella Argentina,
Mociones, notas de prensas,
reivindicación en Europa, etc.
Represión
en Huelva
Los autores
que más han estudiado la represión en Huelva y la Puebla , han sido: Francisco Espinosa, con su libro la Guerra Civil en Huelva, complementado con la
investigación y digitalización de los archivos del Territorial Segundo de
Sevilla por José María García Márquez
y Rafael Moreno, con su obra Perseguidos.
Las dimensiones de la represión en Huelva:
Escalofriantes. Francisco Espinosa dio más de 5.000 fusilados/das. Con el
trabajo de José María García Márquez encargados por la Diputación, por José
Cejudo, se llegó a la cifra de 6.019 víctimas.
Isla Saltés:
Este paraíso que veía Al-Idrisi, geógrafo sobre el
1.100, se tornó en 1939, en uno de los 188 campos de concentración franquistas.
En Huelva hubo cuatro: Isla Saltés, el Muelle Pesquero, San Juan del Puerto y
Peguerillas, junto a Gibraleón (según Emilio “El Platero”). En este último Campo
de Concentración estaban los presos antes de ser trasladados a Viator
(Almería).
Por estos
campos pasaron miles de personas: rojos, indeseables, apátridas para esa nueva
España que estaban construyendo el grupo de asesinos que se rebelaron contra la
II Republica. Las cifras fueron desde 3.197 en marzo de 1939. Aunque pasaron
más de 7.000 personas por estos campos.
Isla Saltés se monto para ingresar a los presos
republicanos de Cataluña, una vez caída en manos golpistas. (José Luis
Gutierrez)
Los presos de franco esperaban la clasificación
(Orden General de Clasificación): afectos, dudosos y desafectos. Los afectos
(iban al frente), los dudosos (iban a los CC) y los desafectos pasaban por un
juicio sumarísimo y eran en su mayoría fusilados.
Los de Isla Saltés estaban condenados al frio,
hambre, la sed, la humillación, el desprecio, a la espera del aval que no
llegaba, a la muerte, muchos de ellos, o a la miseria.
Por este campo pasó Tomás Gento Álvarez, que
ingresó ene l CC del Muelle Pesquero, junto a Isla Saltés, el 11 de agosto de
1939 y el 25 de agosto parte en un tren para el CC de Almería. Muchos onubenses sufrieron el calvario de
estos Campos. Rafael Moreno. Perseguidos)
Huelva, 26 de
abril de 2014. Rafael López Fernández