En principio, y en nombre de AMHYJA, agradecer a la Fundación de la Obra Social Cajasol, que nos haya prestado este lugar tan simbólico para la Memoria para la presentación de este libro, que refleja un trozo de la historia trágica de Sevilla. Éste es, sin lugar a duda para nosotros, un Lugar de Memoria. Si algunos no lo sabéis, que creo que no, este edificio fue la sede de la Audiencia Territorial de Sevilla en los años del Golpe Militar y la Guerra Civil.
De este edificio salieron para el paredón de fusilamiento miles de inocentes, juzgados por tribunales militares ilegales, que colaboraron activamente con el franquismo y sin escrúpulos miles de personas fueron asesinadas. De aquí salieron los mineros de la Columna Minera, salieron las diez personas a las que recuperamos sus nombres y tantos otros.
Como dice Luis Ocaña, aquí se articuló el aparato represor de los golpistas, que con falsos juicios, colaboraban con la represión. El Derecho es un instrumento clave para el control social. Derecho y represión pueden estar más cercanos que nunca. En este libro queda clara esta relación.
Además, agradecer a la Editorial Aconcagua, que acaba de ser premiada por el fomento de la investigación local en la provincia de Sevilla, premio otorgado por la Asociación de Historiadores y Cronistas Locales de la provincia de Sevilla. Pero además ha apostado siempre por este tipo de publicaciones de Memoria, que si bien, son minoritarias, hace una labor fundamental en la difusión e investigación de nuestra causa.
También agradecer a la Dirección General de Memoria Democrática, a Luis Naranjo, que ha querido estar con nosotros en esta presentación. Es importante que entre todos tengamos que hacer de recuperación de memoria: tanto en la nueva Ley Andaluza de Memoria, como en la exhumación de las fosas de Andalucía, más de 600, aún hoy no se han exhumado más de 30.
En relación a este libro, hay que decir, que fue el Comisariado de la Memoria anterior, quien apoyó este proyecto, presentado en una subvención en el año 2010. La apuesta por la investigación y la difusión ha sido importante en la recuperación de la memoria.
Vamos a dar la palabra a Ángel y posteriormente a Luis.
Miguel Toscano Hierro,
Ángel Copado Matarán,
Rafael Herrera Mata,
Manuel León Álvarez Fernández,
Benigno García Paz,
Manuel Elena Valverde,
José Paz Márquez y
José Hernández Marín
Seguramente, la última vez que se oyeron sus nombres en esta sala, o en otra parecida, de este edificio, fue por parte del juez militar, que leyó la sentencia de pena de muerte y dio pie a su fusilamiento. Hoy a estos hombres y sus nombres, setenta y siete años después, deberíamos ser capaces de decirles, que al final ganaron, que el triunfo fue de ellos, aunque regado con generosa sangre inocente. Hoy es un buen día para darles voz y ponerles rostro a ellos y recordar a los miles de cadáveres que llenan la fosa del cementerio de Sevilla, como dice José María García Márquez.
Nosotros esperamos que en algún momento se abra la fosa de Sevilla, creemos que este trabajo debe ser abordado por la Junta con el Ayuntamiento y la colaboración del movimiento memorialista. No podemos estar tranquilo, hasta que todas las fosas comunes de Andalucía, se vayan abriendo y dignificando el enterramiento. El país no puede seguir siendo un cementerio clandestino. Sabemos que abrir la Fosa de Sevilla es complejo, pero al igual que fue la de Málaga, Cazalla, Pueblo, Zalamea o Encinasola. Cada fosa encierra gran parte de nuestra memoria y nuestro dolor y tenemos que hacer que la Justicia se cumpla y para eso necesitamos al Estado.
Este libro de Concha Morón, es un trabajo de recuperación de Memoria, ya que seguramente este libro se empezó a escribir cuando apareció la Causa 1470/37 y Concha fue asimilando lentamente y con dolor, cada una de las historias y en particular, la de su tío Pepe. Sé que le ha costado más de cinco años poder digerir y asumir cada folio de esta Causa, sobre todo, cuando comprobaba que la causa encerraba la poca historia que su madre le confió.
O quizás ya lo escribiera cuando decidió unirse a la AMHyJA, en el año 2003, cuando ni a soñar, todos los avances que hemos logrado en la recuperación de la Memoria. Ella fue, y sigue siendo un pilar importante en el trabajo de la Asociación.
O más atrás, cuando murió su madre y ella cogió el testigo. Empezó a tomar conciencia de su pasado familiar, se enfrentó a sus recuerdos, a la figura de su padre, a la de su abuelo y a la de su tío Pepe. Su madre no le hizo prometer nada, porque jamás pensó que fuera posible llegar hasta aquí, ni encontrar los documentos que probaran la tragedia de su familia, de su hermano. Aunque ella contó a su hija, con dolor, todo su sufrimiento por la muerte de su hermano.
Aunque puede que se gestara cuando Concha soñaba, desde su juventud, desde que conoció la historia del asesinato de su tío Pepe, con encontrar algún documento que reflejara el por qué de su muerte, el por qué de su asesinato en las tapias del cementerio. Nunca pensó que encontraría el legajo de la Causa completo.
Seguramente, cuando se hacía un intenso silencio, cuando siendo pequeña, preguntaba por qué estaba cortada la foto de novio de su tío Pepe y faltaba la parte de su mujer. Y de qué había muerto siendo tan joven.
Pero de lo que estamos seguro, es que todo empezó a escribirse mucho más atrás, el 29 de enero de 1938, cuando son ejecutados en las tapias del cementerio de Sevilla Miguel, Ángel, Rafael, Manuel, Benigno, Manuel Elena, José Paz y José Hernández.
Este libro encierra un exhaustivo trabajo de investigación, digitalización y documentación realizado por JMGM; y un gran trabajo de Recuperación de Memoria realizado por Concha Morón. A partir de este trabajo, se han encontrado gran parte de las familias de los fusilados, han intercambiado información, dolor, lágrimas y sentimientos; y además han puesto en común su deseo e interés por la Memoria. Se han reunido y han sacado del olvido a los suyos.
La Memoria ha ido extrayendo a cada uno de los fusilados del olvido, las familias han hecho un esfuerzo común de recuerdo y puesta en común de sus recuerdos. Aunque este trabajo es muy importante, y cierra un hito de la memoria, no es aún un trabajo completo de recuperación de memoria, ya que hasta que no se exhume la fosa de Sevilla, se identifiquen sus restos y se dignifiquen sus enterramientos, para cerrar el círculo del Recuerdo. Cada día todo esto es más posible. A esto, tenemos que aspirar como Movimiento de Memoria.
Para acabar voy a leeros un trozo de un poema de Luisa Portales, viuda de Rafael Herrera Mata.
REMEMBRANZA
Muerte, que te llamas muerte.
Muerte, muerte carcelera.
La Luna te está esperando
con su corte en la escalera.
Ponte roja de luceros
y anima tu faz escueta,
que hoy te llevan bien nutrida,
y galas de días de fiesta.
En la cárcel de Sevilla
diez hombres la muerte esperan,
diez claveles reventones
de juventud y de ideas.
Por ellos un hombre justo
Se atrevió a pedir clemencia,
y contestó el que dictara
aquella infame sentencia:
“¡Que la descarga conmigo
la escuche Sevilla entera!”
Y aquel manojo, valiente,
paladines de nobleza,
cayeron en la estacada,
como millares cayeran.
A padres, hijos, hermanos
y sufridas compañeras
lágrimas y represalias
les dejaron por herencia.
Sus edades, comprendidas
en el tiempo de la siembra,
veintiocho, treinta y tantos…
y un viejito de sesenta.
Han pasado tantos años
Que la memoria flaquea.
¡Valientes, seguid luchando
como los nuestros lo hicieran:
sin crímenes, noblemente,
con la cara descubierta
y evitando a vuestros hijos
los horrores de otra guerra!
Luisa Portales Casamar.
Gracias, y pasamos a escuchar a la autora del libro, Concha Morón Hernández, una mujer marcada por la tragedia de su familia, que estoy seguro sabrá transmitir a su hija Ana y a su nieta, y a todos nosotros, el trabajo que ha hecho.
19 de noviembre de 2013.
Rafael López Fernández
De este edificio salieron para el paredón de fusilamiento miles de inocentes, juzgados por tribunales militares ilegales, que colaboraron activamente con el franquismo y sin escrúpulos miles de personas fueron asesinadas. De aquí salieron los mineros de la Columna Minera, salieron las diez personas a las que recuperamos sus nombres y tantos otros.
Como dice Luis Ocaña, aquí se articuló el aparato represor de los golpistas, que con falsos juicios, colaboraban con la represión. El Derecho es un instrumento clave para el control social. Derecho y represión pueden estar más cercanos que nunca. En este libro queda clara esta relación.
Además, agradecer a la Editorial Aconcagua, que acaba de ser premiada por el fomento de la investigación local en la provincia de Sevilla, premio otorgado por la Asociación de Historiadores y Cronistas Locales de la provincia de Sevilla. Pero además ha apostado siempre por este tipo de publicaciones de Memoria, que si bien, son minoritarias, hace una labor fundamental en la difusión e investigación de nuestra causa.
También agradecer a la Dirección General de Memoria Democrática, a Luis Naranjo, que ha querido estar con nosotros en esta presentación. Es importante que entre todos tengamos que hacer de recuperación de memoria: tanto en la nueva Ley Andaluza de Memoria, como en la exhumación de las fosas de Andalucía, más de 600, aún hoy no se han exhumado más de 30.
En relación a este libro, hay que decir, que fue el Comisariado de la Memoria anterior, quien apoyó este proyecto, presentado en una subvención en el año 2010. La apuesta por la investigación y la difusión ha sido importante en la recuperación de la memoria.
Vamos a dar la palabra a Ángel y posteriormente a Luis.
Miguel Toscano Hierro,
Ángel Copado Matarán,
Rafael Herrera Mata,
Manuel León Álvarez Fernández,
Benigno García Paz,
Manuel Elena Valverde,
José Paz Márquez y
José Hernández Marín
Seguramente, la última vez que se oyeron sus nombres en esta sala, o en otra parecida, de este edificio, fue por parte del juez militar, que leyó la sentencia de pena de muerte y dio pie a su fusilamiento. Hoy a estos hombres y sus nombres, setenta y siete años después, deberíamos ser capaces de decirles, que al final ganaron, que el triunfo fue de ellos, aunque regado con generosa sangre inocente. Hoy es un buen día para darles voz y ponerles rostro a ellos y recordar a los miles de cadáveres que llenan la fosa del cementerio de Sevilla, como dice José María García Márquez.
Nosotros esperamos que en algún momento se abra la fosa de Sevilla, creemos que este trabajo debe ser abordado por la Junta con el Ayuntamiento y la colaboración del movimiento memorialista. No podemos estar tranquilo, hasta que todas las fosas comunes de Andalucía, se vayan abriendo y dignificando el enterramiento. El país no puede seguir siendo un cementerio clandestino. Sabemos que abrir la Fosa de Sevilla es complejo, pero al igual que fue la de Málaga, Cazalla, Pueblo, Zalamea o Encinasola. Cada fosa encierra gran parte de nuestra memoria y nuestro dolor y tenemos que hacer que la Justicia se cumpla y para eso necesitamos al Estado.
Este libro de Concha Morón, es un trabajo de recuperación de Memoria, ya que seguramente este libro se empezó a escribir cuando apareció la Causa 1470/37 y Concha fue asimilando lentamente y con dolor, cada una de las historias y en particular, la de su tío Pepe. Sé que le ha costado más de cinco años poder digerir y asumir cada folio de esta Causa, sobre todo, cuando comprobaba que la causa encerraba la poca historia que su madre le confió.
O quizás ya lo escribiera cuando decidió unirse a la AMHyJA, en el año 2003, cuando ni a soñar, todos los avances que hemos logrado en la recuperación de la Memoria. Ella fue, y sigue siendo un pilar importante en el trabajo de la Asociación.
O más atrás, cuando murió su madre y ella cogió el testigo. Empezó a tomar conciencia de su pasado familiar, se enfrentó a sus recuerdos, a la figura de su padre, a la de su abuelo y a la de su tío Pepe. Su madre no le hizo prometer nada, porque jamás pensó que fuera posible llegar hasta aquí, ni encontrar los documentos que probaran la tragedia de su familia, de su hermano. Aunque ella contó a su hija, con dolor, todo su sufrimiento por la muerte de su hermano.
Aunque puede que se gestara cuando Concha soñaba, desde su juventud, desde que conoció la historia del asesinato de su tío Pepe, con encontrar algún documento que reflejara el por qué de su muerte, el por qué de su asesinato en las tapias del cementerio. Nunca pensó que encontraría el legajo de la Causa completo.
Seguramente, cuando se hacía un intenso silencio, cuando siendo pequeña, preguntaba por qué estaba cortada la foto de novio de su tío Pepe y faltaba la parte de su mujer. Y de qué había muerto siendo tan joven.
Pero de lo que estamos seguro, es que todo empezó a escribirse mucho más atrás, el 29 de enero de 1938, cuando son ejecutados en las tapias del cementerio de Sevilla Miguel, Ángel, Rafael, Manuel, Benigno, Manuel Elena, José Paz y José Hernández.
Este libro encierra un exhaustivo trabajo de investigación, digitalización y documentación realizado por JMGM; y un gran trabajo de Recuperación de Memoria realizado por Concha Morón. A partir de este trabajo, se han encontrado gran parte de las familias de los fusilados, han intercambiado información, dolor, lágrimas y sentimientos; y además han puesto en común su deseo e interés por la Memoria. Se han reunido y han sacado del olvido a los suyos.
La Memoria ha ido extrayendo a cada uno de los fusilados del olvido, las familias han hecho un esfuerzo común de recuerdo y puesta en común de sus recuerdos. Aunque este trabajo es muy importante, y cierra un hito de la memoria, no es aún un trabajo completo de recuperación de memoria, ya que hasta que no se exhume la fosa de Sevilla, se identifiquen sus restos y se dignifiquen sus enterramientos, para cerrar el círculo del Recuerdo. Cada día todo esto es más posible. A esto, tenemos que aspirar como Movimiento de Memoria.
Para acabar voy a leeros un trozo de un poema de Luisa Portales, viuda de Rafael Herrera Mata.
REMEMBRANZA
Muerte, que te llamas muerte.
Muerte, muerte carcelera.
La Luna te está esperando
con su corte en la escalera.
Ponte roja de luceros
y anima tu faz escueta,
que hoy te llevan bien nutrida,
y galas de días de fiesta.
En la cárcel de Sevilla
diez hombres la muerte esperan,
diez claveles reventones
de juventud y de ideas.
Por ellos un hombre justo
Se atrevió a pedir clemencia,
y contestó el que dictara
aquella infame sentencia:
“¡Que la descarga conmigo
la escuche Sevilla entera!”
Y aquel manojo, valiente,
paladines de nobleza,
cayeron en la estacada,
como millares cayeran.
A padres, hijos, hermanos
y sufridas compañeras
lágrimas y represalias
les dejaron por herencia.
Sus edades, comprendidas
en el tiempo de la siembra,
veintiocho, treinta y tantos…
y un viejito de sesenta.
Han pasado tantos años
Que la memoria flaquea.
¡Valientes, seguid luchando
como los nuestros lo hicieran:
sin crímenes, noblemente,
con la cara descubierta
y evitando a vuestros hijos
los horrores de otra guerra!
Luisa Portales Casamar.
Gracias, y pasamos a escuchar a la autora del libro, Concha Morón Hernández, una mujer marcada por la tragedia de su familia, que estoy seguro sabrá transmitir a su hija Ana y a su nieta, y a todos nosotros, el trabajo que ha hecho.
19 de noviembre de 2013.
Rafael López Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por entrar en este blog de Recuperación de la Memoria. Entre todos avanzaremos en la democracia. Tenemos que abrir las fosas comunes y recuperar sus nombres.