Juan Antonio Acosta Bañez |
En
el inmenso aula de la Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid, llena de
banderas republicanas y repleta de gente, Juan Antonio, tembloroso y nervioso,
se atrevió a denunciar el asesinato de su padre. Se rompía para él, la presión
contenida de tantos años, el sufrimiento de sentir el paso del tiempo: con los
que fusilaron a su padre, con los que no le ayudaron, con los que le pidieron resignación cristiana y con los que
le ocultaron la verdad tanto tiempo.
El intenso dolor de una familia rota. De
creyentes descreídos y anclados en un pasado inerte que les dolía. De un cura
que rechazó la ayuda a su madre y de una familia que no comprendió su lucha. A
partir de estos años, Juan Antonio y parte de su familia, empezaron a
verbalizar la tragedia vivida y a reivindicar su Justicia.
Con
estas palabras, Juan Antonio cumplió una meta importante en su destino. Después
de aquella noche en Valladolid, lo vi más tranquilo, como el que ha cubierto
una etapa importante de su vida y ha sido capaz de hacer público su angustia
interior y su dolor contenido por el fusilamiento (asesinato) de su padre: un
profesor de música sensible, republicano y socialista:
Juan Antonio en el acto de homenaje del entierro de la primera fosa abierta en Andalucía, en Ubrique. |
“Soy Juan Antonio Acosta, de Almonte. Éramos (somos) cuatro hermanos, yo tenía diez años en aquel momento, hoy tengo 77 años; y el menor de mis hermanos tenía 18 meses. Mi padre, Francisco Acosta Muñoz, tenía 40 años, lo sacaron de casa y se lo llevaron en los primeros días de julio de 1937, a los pocos días lo pusieron en libertad y se lo volvieron a llevar a la cárcel con varios más, y le hicieron un Consejo de Guerra, por nada. Salieron cuatro penas de muerte, entre ellos mi padre.
Los familiares de los cuatro con penas últimas, buscaron firmas y cuando llegaron al párroco Francisco del Valle, para pedirle su firma, les cerró la puerta y les dijo: “Yo no firmo para salvar a ningún rojo”. Él mismo fijó la cuota de los que había que matar de
Una prima de mi madre, cuando fue a
darle el pésame, le dijo: “Prima tienes que tener resignación, son muchos los
cargos que tenían contra él”. Así que
las calumnias, las confundían con cargos, para justificar un asesinato. El marido de mi prima, le dijo: ¡No te
preocupes Victoria, que será lo que Dios quiera! Mi madre, le contestó. ¡No
Vicente, vosotros le habéis quitado el poder a Dios!
El día 2 de noviembre de 1937, lo
asesinaron en las tapias del cementerio de la Palma del Condado. Nunca más lo
vimos. Mi vida y la de mis hermanos también (fueron) destrozadas. Mi padre
quería darnos una buena formación, y no pudo ser”.
¡Viva
la República!
Este
documento, con letras temblorosas, me lo dejó en mis papeles del Congreso. Lo
guardo en mis documentos importantes. Hoy quiero hacerlo público, para recordar
su Memoria, que es la
nuestra. Después de la Ida de la Virgen, y el gran éxito que
ha tenido su proyecto de “Catedral Efímera” de la plaza del pueblo. No vi
ningún cartel recordándolo.
Esta lectura de Juan Antonio, se producía en las Jornadas de Reflexión y Debates sobre la Memoria de los Olvidados, celebrada en la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad de Valladolid, los días 21-23 de marzo de 2003, organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y el Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la citada Universidad, en el que participamos un grupo de almonteños interesados en la Memoria Histórica, víctimas de la represión franquista. Este contacto, nos sirvió para continuar impulsando en Andalucía el tema de la Memoria.
Este encuentro también influyó en la constitución de la AMHYJA (Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía) en junio de 2003. Esta reunión de constitución tuvo lugar en Sevilla, en una sala de la Casa de la Provincia de la Diputación Provincial. Allí se gestó, la AMHYJA en Andalucía, impulsada por el Presidente de la ARMH de Valladolid, Emilio Silva, que estuvo con nosotros alentándonos en la constitución del movimiento andaluz.
3 de enero de 2014
Rafael López Fernández
Presidente de Amhyja
DOCUMENTO DE EJECUCIÓN DEL PADRE DE FRANCISCO ACOSTA Y JUAN MARTÍN
Por las cosas del facebook, ayer mi amigo Ignacio Ávila subió al Nieto de Isidro, la comunicación de la Comandancia Militar de La Palma del Condado al Juez Instructor Militar, la noticia del fusilamiento el día 3 de noviembre de 1937, a las cinco y media , de la ejecución ("ejecosion") de la sentencia de muerte recaída contra los procesados JUAN MARTIN DOMINGUEZ Y FRANCISCO ACOSTA MUÑOZ, por Consejo de Guerra de fecha 20 de octubre último.
Este documento se da a conocer por el trabajo de José María García Márquez que por encargo de la Diputación de Huelva, digitaliza todas las actas de los archivos de la Segunda Región Militar en Sevilla, correspondiente a Huelva. Es la primera provincia andaluza que puede investigar y acceder a esta documentación. Gracias a la visión que en su día tuvo su Presidente José Cejudo, que estuvo comprometido con la Memoria en su pueblo, Valverde, como en la Diputación. A parte reconocer el gran trabajo de Ignacio Ávila, que se ha bajado de la Web de la Diputación toda las actas concernientes a gentes de La Palma. Un gran trabajo. (esto lo añado el día 5 de enero de 2014)
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Homenaje a los fusilados en La Palma del Condado. Lugar: en la fosa común de la localidad. Está en medio de un plaza pública. El Ayuntamiento del PP se niega a la exhumación y dignificación de una fosa con más de 200 personas. |